Aunque a través de una pequeña estupidez, os abriré un poco la puerta que da a mi mente, mostrandoos uno de los típicos pensamiento errantes que hacen parada en la estación de mi cerebro, y que despues de presentarse, me hace sentir curiosidad sobre un tema que desconozco.
Por ejemplo, la evolución del lenguaje... siempre me he preguntado, ¿cuál fue la primera palabra
que dijo el hombre? (Casualmente ayer leí en el periódico, que la risa no es exclusiva del ser humano http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/04/ciencia/1244133278.html).
Y cavilando sobre este asunto, se me ocurrió que probablemente la comunicación oral surgiera a partir de la gestual, como necesidad ante situaciones en las que no se puede prescindir de la mano y debes comunicar algo (Pepe ¿puedes hacer el favor de venir cuando te venga bien? estoy sujetando la estanteria mientras me llueven los tomos del espasa hacia la zona parietal del craneo...).
Luego pensé en palabras universales, algo que pudieras decir en todos los idiomas y que la gente te comprendiera... ¿coca cola? pero me dije, no Ale, dudo mucho que hace 100 mil años al cruzarse un homo neanderthalensis con un homo sapiens le dijera: ¨ Manolo dejame un euro que no tengo suelto para la maquina de la coca cola, por cierto que brecha tan fea tienes en la zona parietal del craneo¨...). Bromas aparte, debian ser universales, y poder prescindir de los brazos... Entonces me dije... aunque actualmente el ¨sí y el no¨ no sean universales, podemos afirmar y negar en cualquier idioma asintiendo con la cabeza, o girandola respectivamente. Entonces elucubré otra característica del lenguaje, o del precursor del lenguaje, debía ser innato.
La afirmación, o asentimiento, conlleva la aceptación consciente de una situación o idea. Si os fijais, no hace falta subir el rostro, con bajarlo basta... es una sumisión ante un concepto, ante algo que se nos presenta. Pensad en un animal que acepta la dominancia de otro... el perro, agacha la cabeza y con los ojos mira hacia arriba (lo de esconder el rabo entre las patas traseras no es una opcion para los homínidos evolucionados...). Como decía, la afirmación es la sumisión de nuestro entendimiento a la idea o situación planteada.
Por el contrario, la negación es mas violenta, un giro con la cabeza, se tiende a fruncir el ceño, se puede utilizar la mano con el índice extendido (como cuando se amenaza), o la negación absoluta, se comienza con los brazos cruzados en el pecho y las palmas hacia delante, y se termina con los brazos abiertos y hacia delante, como si fueramos a parar un tren... Como si quisieramos detener algo antes de que llegue a nosotros y le dijéramos, estoy dispuesto a pelear si hace falta con tal de no asumir esto.
Claro que todo esto no es mas que una generalidad, no todo es blanco o negro en la etología , pero
parece como si hubiera algo de rendición en el Sí, y un poco de guerra en el No.
PD: todos los datos, excepto vínculos, del texto proceden de mi mente y aun no están contrastados, animo a los lectores a indagar sobre este tema para dar veracidad a las conclusiones expuestas.
2 comentarios:
Yo creo que la comunicación no verbal es innata, pero no el lenguaje. Si fuese innato, el lenguaje de signos de los sordos sería universal y natural, pero no lo es porque la relación entre los signos y lo que representan es simbólica.
Los gestos físicos y del rostro no sirven para expresar literalmente conceptos no concretos que aparecen en una mente cada vez más compleja y habría otros inconvenientes: lento de transmitir, reducido alcance visual de los detalles; no poder observar el mensaje fisico de varios a la vez. Por eso creo que se evolucionó a un lenguaje oral asociado a simbolos mentales, que a pesar de todo, aun hoy, nos sigue faltando palabras para describir cosas de nuestra mente.
Lo curioso es que, después de tanto camino, un gesto sigue valiendo más que mil palabras, quizás porque se vuelve al origen para expresar algo innato y universal que siempre ha estado ahi, desde antes que el hombre fuese hombre, como la sonrisa del enlace.
Yo también me he preguntado muchas veces cuál sería la primera palabra que se pronunciaría en la historia del mundo, pero más me inquietan otros lenguajes que no somos capaces de entender, ni siquiera interpretar...
El caso de los animales de la misma especie es muy curioso: ellos se comunican entre sí mediante ruidos que no alcanzamos a comprender; sin embargo, si los educamos convenientemente ellos sí que son capaces de entender ciertas palabras entre las miles que gastamos al día en nuestra conversación... Yo ni siquiera distingo entre el ladrido de un perro y otro...
Bueno, a lo mejor lo que he puesto aquñi es una tontería, pero el caso es que me produce bastante curiosidad!jajaja...
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