Hoy es mi día vanidoso. Pero lo necesitaba, de veras.
Día tras día vengo al laboratorio, contento, eso sí, mi alegría por indagar sobre los mecanismos que subyacen al hermoso funcionamiento del universo no me la puede arrebatar nadie. Disfruto con las preguntas que la sociedad científica se plantea, y mucho más con cada una de ellas que nace de mi mente. Pero, por independiente que yo sea, resistente ante la adversidad, el hombre es un ser social queramoslo o no. El hombre, necesita ser querido y querer. ¿Alguien podría decirme quién quiere a los investigadores?
No son desconocidas las asociaciones que claman contra la experimentación animal, de hecho, es raro el ciudadano que esté a favor de ello... HIPÓCRITAS. Y pocas cosas hay que me alteren tanto como la hipocresía. No se salva nadie, ni siquiera la propia familia, las amistades... Hace poco, una persona muy allegada me comentaba, ¨qué horror experimentar con animales, dándole la lata a los pobres sin dejarlos vivir tranquilos¨. ¿Sí? Pues prepárense a recibir en las siguientes líneas los que así piensan.
Sepan que esa persona, como actividad lúdica, de ocio, se dedica a esperar pacientemente a que un pez se ensarte el labio con un anzuelo, para sacarlo del agua tirando por la zona herida. Luego si se siente magnánimo lo devuelve, sino, lo mantiene fuera del agua hasta que se asfixia. Pero no es el peor no, ¿cuántos de esos caballeros de la gran cruzada contra el maltrato animal comen hamburguesas? Tendrán los cojones hasta de ir a los toros, visitar zoos, oceanográficos, y venir a decirme que los animales disfrutan de lo lindo mientras un tipo le clava arpones en el lomo para júbilo del personal, y sin más objetivo que pasar la tarde. Me vendrán a decir que los monos disfrutan muchísimo en su jaula de 3x3 mientras el amable visitante le echa las migajas de su bocadillo de jamón de pata ibérica de cerdo. ¿Creéis que al cerdo le ponen una pierna ortopédica para que tenga una vida felíz junto a la señora cerdo, y creen una colonia de cerdos en el valle del pedroche?
Pero eso sí, clarísimo, todos ellos desean que haya una vacuna para su bebe (la mayoría de los anticuerpos se crean en conejos, oveja, cerdo...), una cura para su padre, madre, hermanos o ellos mismos cuando se pongan enfermos. ¿ Creen que los antibióticos no se desarrollaron gracias a la experimentación animal? ¿Que la fisiología, biología molecular, que la medicina no se ha nutrido de los avances realizados por investigadores, sea cual fuera su formación, que trataron de dar lo mejor de sí al mundo, por y para el mundo? Busquen, busquen, que yo les invito, cualquier fármaco que se les ocurra, el funcionamiento de cualquier órgano que deseen, la ruta molecular en la que interviene un medicamento, y ahí verán investigadores, y ahí verán investigación en modelos animales.
Pero para animales nosotros, y más esos que gritan contra el maltrato animal (y se quedan impertérritos ante el maltrato de género, ante las guerras del mundo, la pobreza tras el cristal de su coche en cada semáforo) deben saber que ellos también son conejillos de india. ¿No? ¿Acaso creen que el tratamiento novedoso, el nuevo y efectivísimo protocolo, nace de la nada? ¿No son estudios clínicos? ¡Y que carajo es un estudio clínico sino investigación en el género humano! No tengo los datos a mano, pero interesados en esto, que me escriban y le proporcionaré casos de estudios clínicos fallidos.
Y termino ya, pues mi salud peligra con estos temas, diciendo, que hay que ser más valiente. Es fácil decir pobrecito perrito, gatito de experimentación y no tener los redaños para no sólo hacerse vegetariano (si esa es tu filofía claro, la mía no), sino sentarse en la puerta de la plaza de toros y reivindicar tus ideales, hacerte la ropa de fibra artificial o vegetal, es fácil señores, abrir la boca y cerrar los ojos para no ver. Para no ver que se puede abortar hasta con 3 meses sin permiso de los padres, claro, es más importante un conejo que un humano gestante de 3 meses, ¿verdad?
Dejo claro mi mensaje, si vas a abrir la boca, para cerrar los ojos ante el mundo, haznos un favor, y cierra también la boquita, que calladito estás mejor.
